Tres años ha que este original y gracioso y sólido barco amarró en el puerto de San Sebastián.Llegábamos, a la tripulación me refiero, con grandes ilusiones y anchas sonrisas; zarpamos con el mismo espíritu pues convencidos estamos de que encontraremos un nuevo puerto donde atracar y gozar de nuevas alegrías.
¡La capitana del barco ya tiene el cuchillo entre los dientes y entre maldiciones y sinsentidos aprieta fuerte el timón!; la grumete, en proa y ajena a cualquier preocupación, juega con el compás y yo, marinero de fama insensible y solitaria, me afano en arriar las velas lo antes posible.
Nos vamos, nos perderemos en el horizonte y quizás pensemos algún día que estuvimos amarrados en el puerto de San Sebastián. Sólo quizás pues somos fuertes y bravos marineros y nuestro lema: "El que llora por la borda va" está más vivo que nunca.
Adios, hasta siempre, no pararemos de leer cuentos y escribir desde el mar nuestras opiniones. Estad siempre ojo a vizor y nunca, nunca por nada del mundo dejeis de leer.
La Capitana, la Grumete y el Marinero.
El Cuento-Ipuina.
Yo estaba en el puerto el día que llegabais. Os vi amarrar y os estreché las manos. Ahora llego tarde y con la lengua fuera, y os veo marchar, lejos en el horizonte. Saco mi pañuelo blanco de lino y lo agito. Espero que lo veais y que sepais que fue un placer ver vuestro buque fondeando frente al Kursaal.
ResponderEliminarQuerida Teresa, no sabes como me ha afectado el cierre de tu librería, me ha dado muchísima pena y tristeza. Un trocito de mi corazón esta contigo en estos momentos. Sin embargo, he apreciado por tu "nuevo" blog que sigues con ilusión y con nuevas esperanzas. Espero que continues con fuerza y trasmitiendo tu amor por lo libros a los más jóvenes de espíritu (tanto niños como a lo que no lo somos tanto ;-) Un abrazo muy fuerte y muchos ánimos: Mónica
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